Textos tomados del diario Correo
05 de julio de 2009
Le pregunto a alguien que conoce muy bien el Congreso sobre esta última propuesta de Alan García para una renovación parcial del mismo. Mi interlocutor me mira sonriente y me responde:
"¡Un disparate! No soluciona nada y más me parece una maniobra para darle una vez más de 'punching-bag' a este poder tan desprestigiado. O tal vez se trate de una maniobra aprista calculada para incrementar su porcentaje congresal en una hipotética renovación en el 2013... Mira, tienes que partir de que la actual composición tan penosa del Congreso se debe al sistema de elección, no al momento de la misma. Y eso que la valla electoral ha ayudado bastante, relativizando la perniciosa cifra repartidora y evitando más atomización. Igual van a elegir a gente que ni siquiera sabe escribir en estas renovaciones parciales mientras no haya requisitos académicos mínimos, exista el voto preferencial, sea obligatorio sufragar y no haya distritos uninominales. Además, existe el mito de que los congresistas son los que mandan. ¡Mentira! El 80% no entiende las cosas que les ponen por delante. Lo que tenemos actualmente en el Legislativo es un gobierno de asesores, no de congresistas. Los que hacen la chamba, leen las propuestas, hacen los lobbies, sugieren las iniciativas, leen los medios, etc... son los asesores, a los que nadie conoce y que sin embargo son los que más pesan. La mayoría de congresistas están más atentos a los flashes, los cócteles, los banquetes, las o los empleados-amantes, los viajes y todo lo que viene con la sensualidad del poder. O atentos a actos demagógicos que les consigan titulares y que ellos piensan que les garantizarán su reelección. Los más listos se abocan a establecer redes e intercambiar votos por lo que les interesa, mientras que otros ya actúan más como borregos pasivos. La mayoría de ellos eran unos 'don nadie' antes de ser elegidos, así que después se sienten la divina pomada, no saben manejar ser famosos, tener poder tan de repente, y se obnubilan. Algunos se vuelven muy déspotas y al antiguo provinciano humilde ni lo reconoces meses después de haber asumido. Muchos fijan su residencia en Lima y se olvidan totalmente de sus regiones. Otros consideran que se han sacado una beca o una lotería y están viviendo su cuarto de hora, al que tienen que exprimir a fondo. Pocos chambean de verdad.
Entonces otro tema es mejorar la calidad de los asesores, exigirles doctorados y controlar que se cumpla eso. Tal vez contratar un 'pool' de gente muy capaz y que de allí los congresistas escojan a su personal. Lo mismo con las secretarias, amanuenses, etc... Crear asistentes de carrera. Eso también evitaría que metan como asesores a los amantes, al repartidor de gas, a la doméstica y todos esos hechos tan penosos. Que no paguen favores, hagan ingresar a parientes o, peor aún, hagan la "sisa", que es contratar gente que no asiste al Congreso a cambio de entregar parte de su sueldo y tener seguro de salud.
Pero que una cosa quede en claro: con todos sus defectos, este Congreso es muy superior al anterior. ¡No sabes las historias de terror que te podría contar de Perú Posible! Antes tenía veinte Lescanos proponiendo barbaridades a cada rato, gente como Pedro Morales, los difuntos Gerardo Saavedra y Eithel Ramos, Carhuaricra, las histerias de Anel y 0.5% Canseco, Ramírez Canchari, el mismo Waisman que anda tranquilo ahora, etc... Hoy en día son mucho más mesurados.
Pero te digo, quienes legislan en verdad son los asesores".